El Recuperador de pensamientos y los textos de Francisco Ferrer Lerín que se hallaron en esta máquina constituyen una prueba en el atestado del cadáver de J.G.M, encontrado el 29 de marzo de 2011 en terribles circunstancias. Según declaraciones del jefe de policía, los textos incautados están siendo minuciosamente analizados ya que podrían abrir nuevas vías de investigación. De momento, permanecerán requisados como prueba número 22 en el proceso sumarial del caso. [Detalle] [Los textos]
Escultura: Teresa de la Cal (Recuperador de pensamientos, para un cadáver exquisito, 2011)
Fotografía: Karto Gimeno
Parece interesante el vaticinio del sabio John Preskill: pronto podremos descifrar, a partir del humo y las cenizas, el contenido de una enciclopedia aunque esté totalmente calcinada. Resulta conmovedor saber que el rastro de la palabra ‘futbol’ es total mente distinto al de la palabra ‘literatura’ y nos referimos, por supuesto, al fácil procedimiento que mediante la comprobación de la diferencia de peso -por la cantidad de tinta empleada- nos dice si los volúmenes A y B de dicha enciclopedia, de igual número de páginas, tienen o no el mismo texto. Preskill, anuncia recomponer una biblioteca a partir del aire en el que flotan las palabras escritas, en el mismo aire en el que flotaron las ideas que alumbraron los libros. Quizá habrá que pedirle que investigue un poco más, que avance en el desarrollo de una tecnología que ya parece insuficiente. John, por favor, dinos: ¿qué diálogo olvidó Cervantes, qué verso Quevedo?.
"La NASA logra escuchar las palabras que no se pronuncian". (IBLNEWS, Agencias 18/03/04). La NASA anunció el satisfactorio desarrollo de un programa informático destinado a convertir en palabras audibles las palabras pensadas: interceptar y procesar las señales nerviosas enviadas a la garganta para controlar el habla. Las personas utilizan un sistema subvocal cuando piensan frases, y la lengua y las cuerdas vocales reciben las señales que envía el cerebro aunque las palabras no lleguen a ser pronunciadas. También al leer o al hablarnos a nosotros mismos generamos este tipo de señales biológicas que ahora la NASA pretende capturar mediante minúsculos sensores situados debajo del mentón y a cada lado de la nuez. "Analizaremos lo silencioso, lo no audible", explicó Chuck Jorgensen, director del proyecto, desde Moffer Field, California (sudoeste), entre ruidosas carcajadas; "leeremos los pensamientos", apostilló un acólito.
Ambos escritos por Ferrer Lerín y publicados en 2008 en su libro Papur (Eclipsados, Zaragoza)